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Cafeína

La cafeína es un compuesto químico que se encuentra de forma natural en componentes vegetales como los granos de cacao y café, las hojas de té, las bayas de guaraná y la nuez de cola y tiene una larga historia de consumo humano.

Se añade a una variedad de alimentos como los pasteles, los helados, los dulces y las bebidas de cola. También las bebidas llamadas energéticas contienen cafeína, además de otros ingredientes como la taurina y la D-glucurono-γ-lactona. Se encuentra asimismo en combinación con la p-sinefrina en una serie de complementos alimenticios que se comercializan con fines adelgazantes y para mejorar el rendimiento deportivo. Algunos medicamentos y cosméticos contienen cafeína.

Consumida por los humanos, la cafeína estimula el sistema nervioso central, y en dosis Cantidad total de una sustancia (p. ej., una sustancia química o un nutriente) que se administra a un organismo individual, población o ecosistema para su consumo o absorción. moderadas aumenta el estado de alerta y reduce la somnolencia.

Últimos datos

En mayo de 2015, la EFSA publicó su dictamen científico Dictamen que puede incluir evaluaciones de riesgos relativas cuestiones científicas generales; evaluaciones de una solicitud de autorización de un producto, una sustancia o una alegación; o una valoración de una evaluación de riesgos. sobre la seguridad de la cafeína. En el dictamen se estiman las ingestas agudas y diarias que no plantean problemas de seguridad para la población Comunidad de personas, animales o plantas de la misma especie. general sana. También se formulan recomendaciones a propósito del consumo de cafeína procedente de todas las fuentes alimentarias en combinación con ejercicio físico y sobre los posibles riesgos de consumir cafeína en combinación con alcohol, con otras sustancias que se encuentran en las «bebidas energéticas» y con p-sinefrina, una sustancia que se encuentra con cada vez mayor frecuencia en los complementos alimenticios.

Preguntas frecuentes

El dictamen científico de la EFSA sobre la seguridad de la cafeína analiza los posibles efectos adversos del consumo de cafeína procedente de todas las fuentes de alimentación, incluidos los complementos alimenticios:

  • en la población general sana y en subgrupos concretos como niños, adolescentes, adultos, personas mayores, embarazadas y mujeres lactantes, y personas que realizan ejercicio físico;
  • en combinación con otras sustancias presentes en las «bebidas energéticas» (D-glucurono-γ-lactona y taurina), alcohol o p-sinefrina.

No contempla los posibles efectos perjudiciales de la cafeína:

  • en grupos de la población afectados por una enfermedad o un determinado estado de salud;
  • en combinación con medicinas o drogas adictivas;
  • en combinación con dosis de alcohol que, en sí mismas, suponen un riesgo para la salud (por ejemplo, durante el embarazo, estado de ebriedad).

La ingesta diaria de cafeína varía entre los diferentes Estados miembros, pero se sitúa en los siguientes rangos:

Población de edad muy avanzada (a partir de 75 años):22-417 mg
Población de edad avanzada (65-75 años):23-362mg
Adultos (18-65 años):37-319mg
Adolescentes (10-18 años):0,4-1,4 mg/kg pc
Niños (3-10 años):0,2-2,0mg/kg pc
Niños de corta edad (12-36 meses):0-2,1mg/kg pc

Según la mayoría de las encuestas incluidas en la base de datos de consumo de alimentos de la EFSA, el café constituye la fuente más importante de cafeína de los adultos, y representa entre el 40 % y el 94 % de la ingesta total. En Irlanda y el Reino Unido, el té es la fuente principal, y representa el 59 % y el 57 % respectivamente de la ingesta total de cafeína.

Se registran importantes diferencias entre los países en relación con la contribución de las diferentes fuentes de alimentación a la ingesta total de cafeína entre adolescentes. El chocolate constituye la principal aportación de cafeína en seis encuestas, el café en cuatro, las bebidas de cola en tres y el té en dos. En la mayoría de países, el chocolate (que también incluye las bebidas de cacao) es la fuente predominante de cafeína en niños de entre 3 y 10 años, seguida del té y las bebidas de cola.

Una razón que explica las diferencias en los niveles de consumo, además de los hábitos culturales, son los niveles de concentración de cafeína variables de algunos productos. Las concentraciones de las bebidas de café dependen del proceso de fabricación, del tipo de granos de café utilizado y del tipo de preparación (por ejemplo, café de filtro o expreso). Los niveles de las bebidas de cacao dependen de la cantidad y del tipo de cacao presentes en las diferentes marcas.

En primer lugar, la EFSA utilizó un estudio realizado en el Reino Unido para calcular los niveles de cafeína presentes en los diferentes productos alimenticios. Este estudio contenía información sobre las concentraciones de cafeína de 400 muestras de té (hojas sueltas, bolsitas, máquinas expendedoras y té instantáneo) y café (café de filtro, máquinas expendedoras, expreso y café instantáneo) preparadas en casa, en el trabajo o compradas en cafeterías y otras tiendas al por menor. En el caso de los alimentos para los que el estudio del Reino Unido no recogía los niveles de cafeína, se utilizó una media de los valores recogidos en otros estudios representativos, excepto para las «bebidas energéticas», para las que se seleccionó la concentración de cafeína (320 mg por litro) de la marca más conocida.

A continuación, se calculó la ingesta de cafeína procedente de alimentos y bebidas haciendo uso de la Base de datos europea sobre el consumo de alimentos de la EFSA. Dicha base contiene datos de 39 encuestas de 22 países europeos en las que participaron un total de 66 531 personas. Estas encuestas no facilitan información sobre el consumo de complementos alimenticios que contienen cafeína. Se utilizó un informe de la EFSA de 2013 para calcular las ingestas agudas de cafeína procedentes de las «bebidas energéticas» en adultos.

Con los datos disponibles, la Comisión Técnica de Productos Dietéticos, Nutrición Ciencia que estudia la forma en la que la alimentación responde a las necesidades de sustento del organismo. y Alergias (NDA) de la EFSA extrajo las siguientes conclusiones:

Adultos

  • Las dosis únicas de cafeína de hasta 200 mg (en torno a 3 mg por kilo de peso corporal mg/kg pc) procedentes de todas las fuentes no presentan problemas de seguridad para la población adulta sana general. La misma cantidad de cafeína no suscita preocupación en cuanto a su seguridad si se consume menos de dos horas antes de realizar un ejercicio físico intenso en condiciones medioambientales normales. No hay estudios disponibles sobre los efectos en embarazadas o personas de mediana edad y de edad avanzada sometidas a un ejercicio físico intenso.
  • Las dosis únicas de 100 mg (alrededor de 1,4 mg/kg pc) de cafeína pueden afectar a la duración y a los patrones del sueño en algunos adultos, especialmente si se consumen cerca de la hora de dormir.
  • Las ingestas de cafeína de hasta 400 mg al día (alrededor de 5,7 mg/kg pc al día) consumida a lo largo del día no tienen efectos perjudiciales para la salud de los adultos en la población general, excepto en el caso de las embarazadas.

Embarazadas y mujeres lactantes

Las ingestas de cafeína de todas las fuentes de hasta 200 mg al día consumida a lo largo del día no tienen efectos perjudiciales para la salud del feto.

Niños y adolescentes

Las dosis únicas de cafeína que se considera que no tienen efectos perjudiciales para los adultos (3 mg/kg pc al día) también se pueden aplicar a los niños, ya que el ritmo al que los niños y adolescentes procesan la cafeína es, como mínimo, el mismo que el de los adultos, y los estudios disponibles sobre los efectos agudos de la cafeína en la ansiedad y el comportamiento de los niños y adolescentes confirman este nivel. También se propone un umbral Dosis o exposición por debajo de la cual no se detectan efectos adversos. seguro de 3 mg/kg pc al día para el consumo habitual de cafeína de niños y adolescentes.

El contenido de cafeína y el tamaño de las porciones varían dentro de los países y entre estos, aunque las siguientes cantidades pueden servir como orientaciones útiles:

Un expreso (60 ml)80 mg
Una taza de café de filtro (200 ml)90mg
Una taza de té negro (220 ml)50mg
Una lata normal de bebida de cola (355 ml)40mg
Una lata normal de «bebida energética» (250 ml)       80 mg
Una tableta de chocolate negro (50 g)25mg
Una tableta de chocolate con leche (50 g)10mg

Todas las cifras son aproximadas, ya que el contenido de cafeína y el tamaño de las porciones difieren en los países y entre estos.

El consumo de otros ingredientes de las «bebidas energéticas» en las concentraciones presentes habitualmente en dichas bebidas no afectaría a la seguridad de las dosis únicas de cafeína de hasta 200 mg.

El consumo de alcohol en dosis de hasta unos 0,65 g/kg pc, que da lugar a un contenido de alcohol en sangre de 0,08 % aproximadamente (porcentaje de alcohol en sangre a partir del cual una persona no se considera apta para conducir en muchos países), no afectaría a la seguridad de las dosis únicas de cafeína de hasta 200 mg. Hasta estos niveles de ingesta, es difícil que la cafeína pueda ocultar la percepción subjetiva de la intoxicación etílica.