Sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS)


Las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) consisten en un gran grupo de sustancias químicas artificiales utilizadas por sus propiedades resistentes al agua, la grasa y las manchas en productos tales como utensilios de cocina antiadherentes, envases de alimentos, prendas hidrorrepelentes y espumas para extinción de incendios. Las sustancias activas de los plaguicidas también pueden ser PFAS.
Las personas pueden estar expuestas a las PFAS a través de diversas fuentes, como los alimentos, los productos de consumo y el medio ambiente. Estas sustancias pueden liberarse al medio ambiente desde instalaciones de fabricación, vertederos o plantas de tratamiento de aguas residuales.
También conocidas como «sustancias químicas eternas», las PFAS son extremadamente persistentes y resisten la degradación durante largos períodos una vez han pasado al medio ambiente. El hecho de que estos compuestos puedan permanecer en el medio ambiente durante un largo espacio de tiempo aumenta la probabilidad Posibilidad de que se produzca un acontecimiento determinado o de que un valor medido se sitúe en un intervalo concreto de su presencia en los alimentos y suscita preocupación por su impacto a largo plazo en la salud humana y el medio ambiente.
Una de las principales formas en que las PFAS contaminan los alimentos es acumulándose gradualmente en el agua, los peces, los mariscos, las plantas y los animales. Además, las PFAS pueden migrar desde los equipos de transformación de alimentos y los envases. Sin embargo, esta contribución a la exposición Concentración o cantidad de una sustancia concreta que absorbe una persona, población o ecosistema con una frecuencia específica en un periodo determinado de tiempo humana es pequeña en comparación con las demás fuentes.
Las autoridades públicas de la UE y de los Estados miembros están haciendo esfuerzos para seguir reforzando el modo en que se regulan las PFAS en la UE y reducir su presencia, tanto en el medio ambiente como en la cadena alimentaria. Estas medidas pretenden mitigar las posibles consecuencias a largo plazo para la salud y el medio ambiente asociadas a la exposición a las PFAS.
Últimos datos
A petición de la Comisión Europea, la EFSA está reexaminando los valores máximos recomendados a efectos de protección de la salud para el ácido trifluoroacético (TFA), una sustancia que se forma durante la descomposición de los PFAS. La EFSA está trabajando en esta revisión en cooperación con la ECHA, responsable de clasificar las propiedades químicas del ácido trifluoroacético.
La EFSA colabora estrechamente con las autoridades nacionales y con otras partes interesadas para recopilar y analizar datos de seguimiento sobre la contaminación de PFAS en los alimentos. Esta actividad es resultado de una recomendación de la Comisión Europea dirigida a los Estados miembros para que controlen entre 2022 y 2025 la presencia de PFAS en los alimentos (Recomendación de la CE 2022/1431, 2022).
La recogida anual de datos se realiza a través de un llamamiento continuo para recibir información sobre contaminantes químicos en alimentos y piensos. Se invita a las autoridades alimentarias nacionales, las instituciones de investigación, el mundo académico, los explotadores de empresas alimentarias y otras partes interesadas para que presenten datos sobre la incidencia Hecho que acontece o la frecuencia con la que ocurre (por ejemplo, una enfermedad o deficiencia en una población) de contaminantes.
En 2023, la EFSA y varios Estados miembros crearon un «Grupo de iniciativa sobre las PFAS» destinado a compartir información y desarrollar enfoques de colaboración en el ámbito de la evaluación del riesgo Ámbito especializado de las ciencias aplicadas que consiste en revisar datos y estudios científicos con el fin de evaluar los riesgos asociados a determinados peligros. Consta de cuatro etapas: identificación del peligro, caracterización del peligro, evaluación de la exposición y caracterización del riesgo que encierran las PFAS.
La EFSA también encargó un proyecto sobre el uso de nuevos enfoques metodológicos (NAM) para estudiar los mecanismos de actuación de las PFAS en el sistema inmunitario.
Hitos
2023
Enero
La EFSA y varios Estados miembros crean un «Grupo de iniciativa sobre las PFAS» destinado a compartir información y a desarrollar enfoques basados en la colaboración en el ámbito de la evaluación de riesgos que plantean las PFAS.
2022
Febrero
La Comisión Europea recomienda a los Estados miembros que supervisen entre 2022 y 2025 la presencia de PFAS en los alimentos (Recomendación de la CE 2022/1431, 2022).
2020
Marzo
La EFSA establece un nuevo umbral de seguridad para las PFAS en los alimentos, incluidos el ácido perfluorooctanoico (PFOA), el sulfonato de perfluorooctano (PFOS), el ácido perfluorononanoico (PFNA) y el ácido perfluorohexano sulfónico (PFHxS). La ingesta semanal tolerable Ingesta máxima de sustancias presentes en los alimentos, como nutrientes o contaminantes, que pueden consumirse semanalmente durante toda la vida sin riesgo de efectos adversos para la salud de grupo para estas cuatro PFAS se establece en 4,4 nanogramos por kilogramo de peso corporal por semana. La evaluación consideró los efectos de las PFAS en la respuesta del sistema inmunitario a la vacunación como el efecto más crítico para la salud.
2019
Abril
La EFSA publica su documento de orientación «MixTox», que brinda a los expertos metodologías y herramientas para evaluar la exposición combinada a múltiples sustancias químicas. Esto ayudará a los expertos a establecer un único nivel de ingesta semanal tolerable de grupo para los distintos tipos de PFAS.
2018
Mayo
Los expertos de la EFSA proponen revisar las ingestas tolerables de dos contaminantes químicos.
2008
Junio
La EFSA adopta un dictamen científico Dictamen que puede incluir evaluaciones de riesgos relativas cuestiones científicas generales; evaluaciones de una solicitud de autorización de un producto, una sustancia o una alegación; o una valoración de una evaluación de riesgos sobre PFOS, PFOA y sus sales en el que recomienda que se sigan recopilando datos sobre los niveles de PFAS en los alimentos y en los seres humanos, en particular para controlar las tendencias de la exposición humana.
El papel de la EFSA
El trabajo de la EFSA sobre las PFAS es esencial para proteger la salud pública, ya que proporciona la base científica para las medidas reglamentarias que ayudan a reducir la exposición a estas sustancias químicas persistentes a través de los alimentos.
La EFSA evalúa los riesgos para la salud pública planteados por la presencia de PFAS en los alimentos. Esto implica la revisión de los datos científicos sobre su toxicidad Capacidad de una sustancia para dañar un organismo vivo, sus niveles de exposición y sus efectos en la salud humana. La EFSA establece niveles de ingesta Cantidad de una sustancia (por ejemplo, un nutriente o una sustancia química) que ingiere una persona o un animal a través de la dieta tolerables para diversos compuestos de PFAS en los alimentos. Estos niveles ayudan a los organismos reguladores a establecer normas de seguridad y a limitar la exposición humana a estas sustancias.
La EFSA también evalúa las solicitudes del sector sobre materiales plásticos que contienen PFAS y que están en contacto con alimentos. Elabora dictámenes científicos sobre los riesgos asociados a la transferencia de estas sustancias a los alimentos para fundamentar las decisiones que la Comisión Europea y los Estados miembros adoptan sobre la autorización de materiales en contacto con alimentos para el mercado de la UE.
La EFSA también evalúa la seguridad de las sustancias activas de los plaguicidas pertenecientes a la clase PFAS para garantizar un alto nivel de protección de los consumidores y el medio ambiente. Esto implica el establecimiento de límites máximos de residuos ( LMR Cantidad máxima de residuos de plaguicidas que se permite en alimentos o piensos, expresada en miligramos por kilogramo) para estas sustancias. Los Estados miembros de la UE están obligados a llevar a cabo controles oficiales para verificar el cumplimiento de los LMR en los alimentos comercializados. Posteriormente, presentan sus conclusiones a la EFSA, que lleva a cabo una evaluación del riesgo alimentario para los consumidores de la UE basada en los datos notificados.
El asesoramiento científico de la EFSA ayuda a los responsables políticos a tomar decisiones informadas sobre la gestión de los riesgos de los PFAS. Esto incluye recomendaciones sobre el seguimiento de los niveles de PFAS en los alimentos y el medio ambiente y sobre las estrategias para reducir la exposición.
La EFSA intercambia información periódicamente y coopera con los Estados miembros y las agencias de la UE, incluida la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA), la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), garantizando un enfoque coordinado para evaluar los riesgos que plantean las PFAS.
Marco de la UE
La UE ha aplicado varios Reglamentos para hacer frente a los problemas que pueden plantear las PFAS en los alimentos. Estos Reglamentos están concebidos para minimizar la exposición a las PFAS, protegiendo tanto la salud pública como el medio ambiente en toda la UE.
- Reglamento de la Comisión Europea relativo a los límites máximos de determinados contaminantes en los alimentos (2023/915), que incluye los límites máximos de PFAS en los productos alimenticios.
- Directiva marco sobre el agua de la Comisión Europea (2000/60/CE): establece normas de calidad para las masas de agua e impone límites a las PFAS en el agua potable y en las aguas superficiales para garantizar la seguridad del agua en todos los países de la UE.
- Reglamento sobre los materiales en contacto con alimentos (CE) n.° 1935/2004: regula los materiales que entran en contacto con alimentos
- Reglamento sobre contaminantes orgánicos persistentes (COP) (CE) n.° 850/2004: controla la liberación de contaminantes orgánicos persistentes en el medio ambiente, incluidos determinados tipos de PFAS.
- Reglamento REACH (CE 1907/2006): exige a las empresas que registren y evalúen las sustancias químicas, con disposiciones para restringir sustancias como las PFAS si presentan riesgos para la salud o el medio ambiente.
Para obtener un resumen completo de las medidas reglamentarias relacionadas con las PFAS en la UE, consulte la página web de la Comisión Europea.
Varios Estados miembros de la UE han establecido límites nacionales para PFAS en el agua y el suelo.
En 2023, la ECHA propuso restringir la fabricación, la comercialización y el uso de PFAS con el objetivo de reducir las emisiones de estas sustancias al medio ambiente.
Preguntas frecuentes
En su última evaluación, los expertos de la EFSA consideraron que la disminución de la respuesta del sistema inmunitario a la vacunación era el efecto más crítico para la salud humana. La ingesta semanal tolerable establecida por la EFSA en 2020 también protege frente a otros posibles efectos para la salud, como el aumento del colesterol en la sangre.
El pescado y los huevos son los alimentos que más contribuyen a la exposición a las PFAS.
Los bebés y los niños pequeños son los más expuestos debido a su mayor ingesta de alimentos por kilogramo de peso corporal. Además, en el caso de los compuestos que se acumulan en el organismo Ser vivo, como los humanos, los animales, las plantas y los microbios (como bacterias y virus) a lo largo del tiempo y se transfieren a la leche materna, unos niveles elevados en las madres pueden dar lugar a una exposición prolongada y elevada del lactante.
Los alimentos pueden contaminarse bien a través de la tierra y el agua contaminadas utilizadas para cultivarlos, bien a través de los animales que acumulan estas sustancias al ingerir piensos y agua que las contienen, bien a través de los envases de alimentos o de los equipos de procesamiento que contienen PFAS.
Las personas pueden estar expuestas a las PFAS a través de los alimentos de diversas maneras:
- Bebiendo agua contaminada.
- Consumiendo alimentos procedentes de zonas en las que se hayan utilizado o producido PFAS.
- Comiendo pescado de aguas contaminadas.
- Consumiendo alimentos envasados o procesados en materiales que contengan PFAS.
El dictamen científico de la EFSA de 2020 puso de relieve que parte de la población Comunidad de personas, animales o plantas de la misma especie europea supera la ingesta semanal tolerable ( IST La ingesta semanal tolerable (IST) es la ingesta máxima de sustancias presentes en los alimentos, como nutrientes o contaminantes, que pueden consumirse semanalmente durante toda la vida sin riesgo de efectos adversos para la salud) para la suma de cuatro PFAS (PFOA, PFNA, PFHxS y PFOS), y que ello constituye un problema para la salud.
Llevar una dieta variada y equilibrada es importante, incluido el marisco, que apoya el desarrollo del cerebro y del sistema inmunitario en los niños y es beneficioso para la salud cardíaca en adultos.
Los PFAS pueden migrar desde los revestimientos antiadherentes de los utensilios de cocina y los envases alimentarios. Si bien los utensilios de cocina y los envases alimentarios sin sustancias tóxicas pueden llegar a contener PFAS, su contribución a la exposición humana es pequeña en comparación con otras fuentes.