Conviértete en un héroe o heroína de la jardinería
La jardinería depara algunos de los placeres más simples y gratificantes de la vida.
Ser jardinero o jardinera, te confiere la facultad de proteger tus plantas, a tu comunidad y el medio ambiente mediante la práctica de unas pocas técnicas responsables, a la vez que agradables.
Solicita el documento de identidad de la planta
Si compras plantas online procedentes de terceros países, solicita un certificado de estado fitosanitario (certificado fitosanitario). Este documento demuestra que las plantas que has comprado han sido controladas y están libres de plagas de cuarentena. Si piensas intercambiar plantas, esquejes o semillas con otros jardineros, pregunta por su origen y su certificado fitosanitario, en su caso.
En la UE, todas las plantas que se comercializan entre empresas necesitan un pasaporte fitosanitario. Puedes encontrarlo en muchas plantas vendidas en centros de jardinería y tiendas. El pasaporte fitosanitario demuestra que las plantas a la venta están libres de plagas de cuarentena, lo que ofrece tranquilidad a los jardineros y mantiene alejados a hospedantes indeseados como Pesty. Este pasaporte siempre es obligatorio en compra de plantas dentro de la UE a través de internet.
Conoce las necesidades de tus plantas
Ajustar las plantas a sus condiciones preferidas de luz, agua y nutrición reduce el estrés y promueve un crecimiento más fuerte y duradero.
Ten en cuenta las necesidades de luz solar, el tipo de suelo y las necesidades hídricas de las plantas. Elige variedades de plantas adaptadas a la zona: requieren menos mantenimiento y combaten plagas y enfermedades de forma natural.
Crea asociaciones de éxito
Al igual que las personas, las plantas tienen funciones diferentes y no todas están bien avenidas. Combinar las plantas de manera inteligente puede potenciar su sanidad y longevidad. He aquí algunas parejas ideales:
- Albahaca y tomates: ¡No solo constituyen un delicioso emparejamiento para condimentar la pasta, sino también un gran dúo en el jardín! La albahaca repele plagas como pulgones, mosquitos, ácaros y avispones, a la vez que potencia el sabor de los tomates.
- Capuchinas y pepinos: Las capuchinas previenen plagas como pulgones, moscas blancas y escarabajos de los pepinos, lo que las convierte en compañeras ideales para los pepinos.
- Cebollinos y zanahorias: Los cebollinos espantan a las moscas de la zanahoria y atraen a insectos «útiles» que trabajan como «policía», ahuyentando a las avispas parásitas.
- Ajo y rosas: El ajo mantiene alejados de las rosas a los pulgones y los escarabajos japoneses y contribuye a su floración.
- Caléndulas y calabazas: Las caléndulas ahuyentan a los chinches y escarabajos de la calabaza cuando se plantan alrededor de las plantas de calabaza.[1]
Comprueba periódicamente el estado de tus plantas
Presta atención a tus plantas para detectar cualquier signo de plaga o enfermedad. Los jardineros y jardineras tienen a menudo un sexto sentido, aunque una amenaza sea difícil o resulte demasiado pequeña para ser detectada.
Si adviertes algo inusual o tienes el presentimiento de que algo no va bien, consulta la base de datos de la Organización Europea y Mediterránea para la Protección de las Plantas a fin de recabar la información más reciente sobre más de 1.800 especies de plagas. Notifica cualquier hecho sospechoso a tu organización nacional o regional de protección fitosanitaria. Entre todos, podemos mantener nuestros jardines sanos, dinámicos y libres de plagas.
Llamamiento a todos y todas que apadrinan y cuidan de plantas
Cada persona puede marcar la diferencia desde la comodidad de su propio jardín.
La jardinería sostenible preserva nuestros valiosos recursos y da un gran ejemplo.
Los cinco consejos que se imparten a continuación pueden ayudarte a mantener un jardín próspero y equilibrado y a proteger el planeta para las generaciones venideras.
- Utiliza métodos de riego eficientes, como el riego por goteo o la recogida del agua de lluvia.
- Practica la gestión integrada de plagas (GIP) para controlar las plagas con métodos naturales.
- Prueba el compostaje para enriquecer la salud del suelo y reducir la dependencia de los fertilizantes químicos.
- Reducir, reutilizar y reciclar para minimizar los residuos.
- Elije una variedad de plantas locales para preservar la biodiversidad.
[1] Fuente: Royal Horticultural Society: https://www.rhs.org.uk/