Los azúcares añadidos y los azúcares libres deben ser lo más bajos posible

El equipo científico de la EFSA ha finalizado su exhaustiva evaluación de la seguridad de los azúcares alimentarios y su posible relación con problemas de salud. Las abundantes conclusiones del dictamen ayudarán a las autoridades nacionales de salud pública de Europa a actualizar las futuras recomendaciones para los consumidores.

El profesor Dominique Turck es el presidente del grupo de expertos en nutrición Ciencia que estudia la forma en la que la alimentación responde a las necesidades de sustento del organismo. de la EFSA que ha llevado a cabo la evaluación. Afirma lo siguiente: «Hemos llegado a la conclusión de que el consumo de azúcares añadidos Azúcares añadidos a los alimentos durante la elaboración, la cocción, etc., azúcares consumidos por separado o azúcares añadidos a los alimentos en la mesa. y de azúcares libres Azúcares añadidos y aquellos presentes naturalmente en la miel y el almíbar, así como en los zumos de frutas y verduras y los concentrados de zumo. debe ser lo más bajo posible como parte de una dieta adecuada desde el punto de vista nutricional, lo que concuerda con las recomendaciones actuales. Sin embargo, los datos científicos no nos han permitido fijar un consumo máximo tolerable para los azúcares alimentarios, que era el objetivo original de esta evaluación».

Nuestra dieta contiene azúcares de diferentes categorías y fuentes, que pueden estar presentes de forma natural o añadirse. Los «azúcares añadidos» son azúcares refinados que se utilizan en la preparación de los alimentos y como azúcar de mesa. En los «azúcares libres» se incluyen los «azúcares añadidos» y aquellos presentes naturalmente en la miel y el almíbar, así como en los zumos de frutas y verduras y los concentrados de zumo. Los «azúcares totales» son todos los azúcares presentes en la dieta, incluidos los presentes naturalmente en las frutas, las verduras y la leche.

Los comentarios ayudaron a finalizar el dictamen

Las valiosas aportaciones recibidas durante la consulta pública del año pasado sobre una versión preliminar del dictamen permitieron a nuestros científicos precisar y aclarar aspectos importantes de su trabajo.

El profesor Turck señala: «Hemos subrayado que existen incertidumbres con respecto al riesgo de enfermedades crónicas en el caso de las personas cuyo consumo de azúcares añadidos y libres es inferior al 10 % de su aporte total de energía. Esto se debe a la escasez de estudios con dosis Cantidad total de una sustancia (p. ej., una sustancia química o un nutriente) que se administra a un organismo individual, población o ecosistema para su consumo o absorción. en este intervalo.

«Como consecuencia de la escasez de datos, tampoco ha sido posible comparar los efectos de los azúcares clasificados como añadidos o libres, en general».

Fuentes de los azúcares y problemas de salud

Se sabe que el consumo de azúcares produce caries. Los datos también vinculan, con diversos grados de certeza, el consumo de bebidas azucaradas, zumos y néctares con varias enfermedades metabólicas crónicas, como la obesidad, la esteatohepatitis no alcohólica y la diabetes de tipo 2.

«Aunque no pudimos evaluar sus contribuciones exactas, las autoridades nacionales deberían tener en cuenta el impacto de otros contribuyentes importantes a la ingesta Cantidad de una sustancia (por ejemplo, un nutriente o una sustancia química) que ingiere una persona o un animal a través de la dieta. de azúcar a la hora de elaborar directrices alimentarias», afirma el profesor Turck. Estos alimentos no pudieron ser evaluados debido a los pocos datos disponibles. Dichos alimentos comprenden los dulces, los pasteles y postres, otras bebidas azucaradas como la leche azucarada, los batidos y los yogures.

¿Y ahora qué?

Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia enviaron la solicitud original a la EFSA en 2017 para que se evaluasen los posibles riesgos para la salud de los consumidores derivados del consumo excesivo de azúcares alimentarios.

Anna Karin Lindroos, nutricionista y doctora de la Agencia Sueca de Alimentos afirma: «Esta evaluación de la seguridad de los azúcares alimentarios nos aporta conocimientos importantes. Junto con otros informes científicos relevantes, será una fuente útil a la hora de evaluar las recomendaciones relativas al consumo de azúcar y las directrices alimentarias en los países nórdicos.»

Futuras investigaciones sobre los azúcares alimentarios

El hecho de que la evaluación de la EFSA fuera tan amplia ha permitido a nuestros científicos dar prioridad a las lagunas de datos y a las investigaciones necesarias para fijar un nivel máximo de consumo tolerable de azúcares alimentarios en el futuro.

El profesor Turck explica: «Examinamos más de 30 000 publicaciones, lo que nos ha permitido identificar varias áreas en las que pueden centrarse los investigadores y técnicos. La combinación y reutilización de datos humanos individuales procedentes de estudios de investigación representarían una valiosa fuente de información. Las investigaciones deberían centrarse tanto en los efectos para la salud de los azúcares alimentarios, como en el impacto de las intervenciones clínicas y comunitarias destinadas a reducir el consumo de azúcar. Por último, necesitamos métodos validados para evaluar el consumo, así como la normalización de directrices para la presentación de información y definiciones de los azúcares alimentarios y sus fuentes».